Les comparto el texto que presenté el pasado 7 de mayo 2014 en la celebración del día del Loto Blanco en la sede nacional de la Sociedad Teosófica en México:
La Teosofía
en el contexto de la cultura espiritual moderna
Desde que se fundó la
sociedad teosófica, han existido grandes personalidades que han adoptado sus
ideas y su filosofía, ejemplos los tenemos en el pintor Piet Mondrian, el filosófo
Rudolf Steiner, el pintor Paul Gauguin, el astrónomo Flammarion, el escritor
George Bernard Shaw, el inventor Thomas Alva Edison, el escritor Aldous Huxley
y al físico Oppenheimer. Todos estos genios fueron influenciados por la
sabiduría oculta y a su vez ellos influenciaron con sus obras y descubrimientos
al mundo moderno. Es así como la Teosofía se ha permeado en todos los ámbitos
de la cultura y la ciencia de nuestros días.
Desgraciadamente no todo es
miel sobre hojuelas, pues desde su fundación, la sociedad Teosófica ha tenido
detractores a lo largo de toda su corta historia. A HPB se le ha catalogado de
loca, charlatana, toxicómana, embaucadora y sinnúmero de insultos. Se ha dicho
que la ST ha plagiado textos budistas, hinduistas y zoroastrianos y todo por el
simple propósito de ganar dinero. A sus miembros se les ha acusado de
espiritistas, de iluminados, mesiánicos, locos…Y a la sociedad como un
semillero de ideas tan dispares como inspirar el movimiento Nazi y las
abstracciones mesméricas que tanto daño hacen a los pobres incautos que creen
que obtendrán poderes sobrenaturales.
Pero seamos sinceros, si
estoy hablando de la cultura espiritual moderna, tengo que describirla, y en
honor a la verdad, la sociedad espiritual del 2014 se parece más a todo lo que
describí líneas arriba. Todo comenzó cuando a mitad del siglo XX se acuño el
desafortunado término Nueva Era. Es ahí cuando la humanidad actual encontró en
el esoterismo y la cultura oriental un resabio de luz, pero a la vez un escape
a la realidad, aderezada con drogas y mescolanza de creencias. Hoy la llamada
Nueva Era o New Age no ha hecho más que desprestigiar los verdaderos
conocimientos de la Gupta Vidya y la verdadera sabiduría teosófica. En el cajón
del New Age se mete al peligroso espiritismo, al rosacrucismo, la masonería, la
yoga, la meditación, satanismo, la astrología, neo budismo, gnósticos, poderes
sobrenaturales, videntes, cienciología y una serie de sectas de iluminados, en
fin, a todo aquello que no vaya en el script de una religión monoteísta.
Y sí, claro, en ese cajón
también se mete a la Teosofía. La misma iglesia católica, la de mayor filiación
en Latinoamérica, ha comunicado oficialmente que la Sociedad Teosófica y otras
“sectas” son peligrosas y están fuera de la salvación eterna. Incluso la
práctica de Yoga y la meditación están prohibidas para esa religión. Sin
detenerme en el pensamiento medieval que aún impera en muchas mentes
judeocristianas, hay que reconocer que gran parte de la población piensa esto
de la Teosofía, pues han sido educados por esta religión sin cuestionarse nunca
si es verdad o no lo que les dicen.
Viéndolo de esa forma parece
que todo está perdido. Si nos reducimos a analizar a México, según datos
oficiales el 92% de la población tiene una religión judeocristiana, es decir,
católicos, cristianos, judíos, testigos de Jehová, adventistas, etc. Un 1% está
representado por religiones étnicas, orientales y el Islam. Nos queda un 7%
sobrante, que según el INEGI la mitad no especificó, y la otra se declara sin
religión. De entrada entonces tenemos que 92 de cada 100 mexicanos rechaza de
facto las ideas teosóficas, por simple educación religiosa. De los 8 que nos
quedan, 4 no creen en nada, son materialistas puros, y los otros 4 quizás
tengan algún interés en la Teosofía, quizás…Y estoy siendo muy optimista, pues
de esos 4, uno puede ser budista, otro masón, otro hare krishna, y el que nos
queda quizá sea un simpatizante de las ideas teosóficas, quizá…
¿Dónde se inserta la
Teosofía en la actual cultura espiritual? Como dije, todo parece perdido, pero
no es así. La teosofía ha hecho mucho desde su creación, incluso antes de su
fundación, pues antes de que se estableciera como una organización han existido
muchos teosófos como Giordano Bruno, Paracelso, el mismo Goethe o el mismo
Platón. Verdaderas lumbreras de la historia de la humanidad. Incluso pueblos
tan maravillosos como los egipcios se podría decir que fueron teósofos, pues
creían en el Ka o alma inmortal, y sabían que el cuerpo es un vehículo del
mismo.
La teosofía no es un movimiento nuevo sacado
de la imaginación de un desequilibrado que quiere sacarle dinero a los
incautos. Tiene miles de años y desde entonces ha ayudado al desarrollo
espiritual de la humanidad. Lo ha hecho con sus ideales de formar una fraternidad
universal, ha promovido el conocimiento del hombre por el hombre mismo, sin
mediación divina o externa, y conceptos tan esenciales hoy en día como el Karma
y la Reencarnación han sido difundidos en forma masiva por la ST. Basta con
escuchar “No hay religión más elevada que la verdad” para entender que nadie
aquí pretende levitar y dominar las mentes de los otros, apenas indagar la
verdad.
La cultura espiritual
moderna está impregnada por los conocimientos teosóficos, por no decir
empapada. La idea de unidad, la unión con el Yo superior, la teoría de
causa-efecto, la reencarnación, los viajes astrales, el alma superior e incluso
la desintegración del átomo y la noción de que lo más hay en este universo es
espacio entre los átomos (nunca un vacío como lo cree la ciencia dogmática) es
gracias a la labor de tantos teósofos que han perseguido y divulgado los
conocimientos que los grandes maestros nos han regalado. Incluso la física
cuántica no hace más que confirmar las teorías científicas contenidas en las
cartas de los Mahatmas, las mismas teorías que hace 100 años fueron llamadas
sin fundamento y producto de alucinaciones sin sentido. Hoy por ejemplo, la
ciencia admite que el sol tiene ciclos de actividad que duran 11 años. Lo mismo
nos comunicaron los maestros desde el siglo XIX. La física cuántica también nos
dice que las partículas tienen una especie de memoria y reaccionan a nuestros
pensamientos. Nosotros sabemos que hay inteligencias activas detrás de cada
átomo.
Enumerar los conceptos
filosóficos, religiosos y científicos que nos ha legado la teosofía y el saber
ocultista sería tarea tan enorme como volver a escribir la Doctrina Secreta.
Sólo me queda decir que como miembros de la ST tenemos mucho trabajo por
difundir y comunicar este tipo de conocimientos. Pues sólo así las generaciones
venideras no rechazarán este tipo de ideas y las adopten como algo normal, para
que en un futuro suceda lo que ocurrió en el origen, tener todos una sola
religión que persiga siempre la verdad, el crecimiento espiritual y el bien
común, y así cerrar el ciclo de esta ronda, de esta raza y de esta era.
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